La Conselleria de Agricultura, Pesca y Medio Natural ha confirmado el hallazgo del primer nido de tortuga marina (Caretta caretta) de la temporada en Ibiza. Este descubrimiento representa el segundo nido confirmado en las Islas Baleares, luego del primer avistamiento en julio en la playa de Can Pere Antoni, en Palma.
El nido se ha localizado en la playa de Es Cavallet, dentro del Parque Natural de Ses Salines de Ibiza, donde se han identificado un total de 85 huevos. El hallazgo tuvo lugar cuando un particular avistó una tortuga marina de gran tamaño preparando el nido en la parte alta de la playa y alertó al teléfono de emergencias 112. El Consorcio de Recuperación de Fauna de las Islas Baleares (Cofib) se encargó de gestionar la situación.
Tras confirmar la presencia de un rastro de tortuga marina en el lugar, se descubrió la existencia de los huevos enterrados en la arena. Dado que la incubación de los huevos de tortuga marina dura entre 55 y 60 días, se ha decidido trasladar los huevos a Mallorca para incubarlos de forma artificial, con el fin de asegurar su viabilidad y aumentar las posibilidades de desarrollo y nacimiento de las crías.
El operativo estuvo coordinado por el Cofib, en colaboración con la Dirección General de Medio Natural y Gestión Forestal de la Conselleria de Agricultura, Pesca y Medio Natural, el Ayuntamiento de Sant Josep de sa Talaia, el Parque Natural de Ses Salines de Ibiza y Formentera, el personal de socorrismo de MarSave y la empresa concesionaria de la playa, Ibifor.
La directora general de Medio Natural y Gestión Forestal, Anna Torres, señaló que el cambio climático podría ser una de las causas del cambio en el comportamiento reproductor de la tortuga marina, que ahora elige nidificar en el Mediterráneo occidental. Torres hizo un llamado a la colaboración ciudadana para reportar avistamientos de tortugas marinas haciendo nidos, rastros en la arena o crías naciendo en la playa.
La tortuga marina Caretta caretta es una especie catalogada como vulnerable, y su nidificación en las costas del Mediterráneo español se ha vuelto cada vez más frecuente, con registros de nidos año tras año desde 2014.
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