La consellera de Familias, Bienestar Social y Atención a la Dependencia, Sandra Fernández, ha expresado la preocupación de Baleares por la falta de capacidad para acoger a más menores migrantes no acompañados, criticando la gestión del Gobierno central en este tema.
Según Fernández, el reparto de estos menores obedece a una sentencia del Tribunal Supremo que obliga al Estado a hacerse cargo de ellos, al tener la competencia directa. Sin embargo, la consellera ha señalado la lentitud en el proceso, con solo ocho o diez menores acogidos de más de 1.000 solicitudes de asilo.
El próximo reparto, programado para el 26 de agosto, afectará a unos 3.000 menores no acompañados, con aproximadamente 49 destinados a Baleares. A pesar de esto, no se ha recibido información oficial sobre cómo se llevará a cabo este proceso.
Fernández ha criticado el reparto impuesto, mencionando la falta de transparencia en los criterios utilizados y la exclusión de comunidades como el País Vasco y Cataluña. Además, ha destacado la saturación de los Consells Insulares, que ya superan el 1.000 por ciento de ocupación.
La consellera ha denunciado la inacción del Gobierno en la lucha contra las mafias y ha enfatizado que Baleares no puede brindar una atención digna y adecuada a más menores. En consecuencia, el Govern continuará evaluando medidas para evitar el reparto forzoso, con el objetivo de proteger a los menores en lugar de tratarlos como mercancías.
En este contexto, se plantea un desafío importante para las autoridades locales y el Gobierno central en la búsqueda de soluciones humanitarias y efectivas para la situación de los menores migrantes no acompañados en Baleares y en toda España.
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