El conflicto laboral en el Transporte Interurbano de Mallorca (TIB) continúa escalando, llegando este miércoles a su tercera jornada de huelga. La situación se desencadenó después de que la patronal propusiera un nuevo convenio colectivo con un aumento salarial a cuatro años vista de entre el 8% y el 12%, cifras que los sindicatos rechazaron.
A pesar de intentos de acercamiento, ambas partes no han logrado llegar a un acuerdo, lo que ha llevado a la confirmación de una huelga de 24 horas para este miércoles. Si no se producen cambios, la siguiente medida sería la convocatoria de una huelga indefinida a partir del viernes.
Las movilizaciones lideradas por el sindicato SATI iniciaron la semana pasada, con un seguimiento cercano al 80% y algunos episodios de violencia, como el ataque a siete autobuses en Alcúdia. El paro del lunes contó con una participación del 93% de los trabajadores, según cifras oficiales, y se desarrolló sin incidentes, cumpliendo con los servicios mínimos establecidos en un 60%.
A pesar de estas dos jornadas de protestas, no se han logrado avances en las negociaciones entre los trabajadores y las empresas concesionarias del TIB, lo que mantiene latente la amenaza de una huelga indefinida en plena temporada estival.
Mientras los empleados demandan mejoras salariales y laborales, las empresas argumentan que están sujetas a contratos públicos vigentes hasta 2030, los cuales son difíciles de modificar. A pesar de los esfuerzos de la Conselleria de Trabajo por mediar, no se ha alcanzado un acuerdo hasta el momento.
La Federación Empresarial Balear de Transportes (FEBT) ha expresado su intención de facilitar una reunión entre ambas partes y representantes del Govern este miércoles, aunque aún no se ha recibido una convocatoria oficial. La incertidumbre persiste en el sector del transporte en Mallorca, con repercusiones que podrían afectar a la población y al turismo en la isla.
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